Alcalá de Henares

Esta semana, retomando las ciudades Patrimonio de la Humanidad, hablaremos de Alcalá de Henares, ciudad madrileña calificada por la U.N.E.S.C.O. en 1998. Con más de 200.000 habitantes es, al igual que otras ciudades como Córdoba o Segovia de las ya se ha hablado en el blog, candidata a capital cultural europea en el año 2016. Su principal valía para lograr la denomición cultural es su patrimonio artístico histórico, así como su aportación como ciudad de origen universitario.El hecho de que, haya sido creada y diseñada como sede de una universidad le da un carácter propio, que ha servido como modelo de este tipo de ciudades académica a otras poblaciones en Europa y América. Además, fue la primera ciudad en la que se llevó a cabo el modelo de ciudad lineal(proyecto liderado por el entonces alcalde Bartolomé González Jiménez), que posteriormente se aplicaría a numerosas ciudades del mundo entero. En cuanto a su contribución intelectual más importante hay que señalar a la figura de Miguel de Cervantes Saavedra, quien en 1547 se convirtió en un nuevo habitante del prolífero pueblo y cuya casa constituye hoy día un atractivo turístico. También ha sido de gran importancia para la lengua española los desarrollos lingüisticos que se dieron especialmente durante los siglos XVI y XVII.
En cuanto a su historia, debemos destacar algunos aspectos, como por ejemplo, el hecho de que convivieran el alguna época y en armonia, judíos, musulmanes y cristianos; esto sucedió durante la Edad Media y ha dejado un gran patrimonio asociado a estas poblaciones. Sin embargo,el hito histórico que marcó a la ciudad fue la creación de su universidad por el cardenal Cisneros, que constituyó una la base de muchos de los autores enmarcados en el siglo de oro de la literatura española.
Para terminar, decir, que la ciudad es hoy un gran atractivo turístico, no sólo por sus monumentos, iglesias y el entorno universitario, sino también por las actividades que allí se pueden realizar como las visitas guiadas al "Corral de comedias" que también funcoina como teatro, al "Museo Casa natal de Cervantes" o a la "Sala Manolo Revilla" en la que suele haber interesantes exposiciones.

El Santa Claus Vasco

El Olentzero es la figura tradicional del País Vasco y otras regiones como Navarra, que trae los regalos de Navidad a los niños y mayores de estas regiones. Su origen se puede situar en la zona de Lesaca, en Navarra y, el significado de la palabra proviene del solsticio de invierno y su celebración.

El personaje navideño (según las versiones más modernas) se caracteriza por ser un carbonero que odiaba a los niños, un hombre gordo, descuidado, manchado siempre por el carbón y buen bebedor. El Olentzero vivía alejado de la ciudad y de las personas y, su rutina habitual era la de recoger carbón vegetal, el cual, en invierno bajaba para venderlo en el pueblo. Cuando este llegaba, los niños asustados se escondían de él.

En años más recientes, a lo largo del siglo XX, su figura se ha ido relacionando y asemejando a la de Papá Noel y los Reyes Magos, tomando costumbres de estos, como la de dar regalos a los niños, principalmente influenciado por la corriente cristiana. Otra de las costumbres que ha importado es la de recibir cartas de los más pequeños para que el día de Navidad estos reciban sus regalos. Además, es costumbre en el País Vaco y Navarra, una cabalgata que se celebra en la víspera del día de Navidad, aunque en algunos lugares, esta, se celebra el 5 de enero coincidiendo con el día de los Reyes Magos. En estas cabalgatas, ha salido casi siempre, junto a otro personaje creado para la festividad navideña vasca, y es su novia Mari Domingi, que atuendos típicos vascos, acompaña al carbonero durante su recorrido.

Los muñecos tanto para adornar como para quemar en forma de despedida son típicos también de estas fechas.

Por último, hay que decir, que hay una canción tradicional del Olentzero, que se hizo mucho más famosa a partir del año 1993, puesto que el grupo vasco de punk rockZarama la versionó.

Berenjenas al horno

Esta semana ofrecemos una receta saludable, muy sabrosa y que suele agradar a todos los paladares incluso el de los vegetarianos, pues no contiene carne, aunque si se quiere se puede añadir.

Ingredientes para 4 personas:

3 berenjenas
1 lata grande de tomate natural triturado
700 gramos de queso en lonchas tipo havarti, gouda o edam
120 gramos de queso rallado
Harina
Orégano
Sal gorda
Aceite

Precio estimado: 10 euros
Tiempo de preparación aproximado: 1,5 horas

Preparación:

En primer lugar, cortamos las berenjenas en rodajas no muy gordas y acto seguido las enharinamos (sin huevo, sólo harina). Una vez las tenemos rebozadas, ponemos una sartén con aceite en la freiremos las berenjenas pero sin que estas se lleguen a hacer del todo, cuando queden un poco más blandas se sacan. Hay que decir que esta es una forma de hacer esta receta aunque existen muchas más recetas de berenjenas con las que sacar provecho de sus múltiples propiedades.

Por otro lado, cogemos una fuente grande para horno y la bañamos suavemente en aceite de oliva para que no se pegue el fondo. Una vez hecho esto, comenzamos el proceso para la creación de nuestra receta. En primer lugar se ponen las rodajas de berenjena, una vez hechas en la sartén. En segundo lugar, colocamos las lonchas de queso encima de las berenjenas y, una vez hecho esto, vertemos el tomate natural triturado de forma que cubra toda la primera capa pero sin que quede muy líquido. Este proceso se deberá repetir tantas veces como nuestro recipiente e ingredientes nos permitan.

Cuando estemos en la última capa y ya hayamos echado el tomate, es el momento de colocar el queso rallado de forma homogénea sobre todo el recipiente, que quede bien cubierto. Además, agregamos el orégano y la sal al gusto.

El último paso es terminar de hacer todo en el horno, que previamente calentado a 250 grados, deberemos usar durante unos treinta minutos para que el queso se funda, las berenjenas se terminen de hacer y el tomate quede en su punto. Una vez hecho esto sólo queda disfrutar.